
Cuando las historias pasan de boca en boca, de generación en generación, del abuelo al padre, del padre al hijo, del hijo al viajero, lo más probable es que sufran algunos cambios propios del entorno, aunque algunas veces demasiado drásticos.
Tocaña, Los Yungas, Bolivia / Regresando una tarde de un pueblo llamado Tocaña en los Yungas de Bolivia, bajaba la montaña por un camino de tierra ya casi sin luz. Entre la abundante vegetación encontré a Juan, un hombre mayor que comenzaba a subir el camino en sentido contrario. Lo saludé y se detuvo para hablar un momento. Le hice un comentario que me pareció liviano y sin importancia, “tantas mariposas que se ven por aquí, hay muchas y muy grandes».
_ “Si”, me respondió. “Yo cazaba mariposas y se las vendía disecadas a los turístas. Las ponía entre dos vidrios y las enmarcaba». Un incómodo silencio le siguió a aquel comentario.
–Imagino que ya no lo hace, le dije cuestionándolo directamente.
_ “Dejé de hacerlo hace un tiempo. Yo atrapaba unas mariposas gigantes, muy exóticas que nadie conoce. Esas tienen una particularidad”.
_ ¿Cuál?, le pregunté incrédulo mirando sus ojos iluminados solo con la luz de mi linterna.
_ “Esas mariposas tienen grabado en sus alas el año en que vivimos”. Ahí la historia se volvió más extraña aún.
_ “Usted puede ver claramente la fecha actual impresa en ellas”, me dijo el hombre como queriendo convencerme de aquel relato. Nunca escuché nada igual y mis ganas de seguir parado en medio de la oscuridad se esfumaron. Me despedí y continué mi camino.

Días después recordé esa historia y busqué en Internet «mariposas con alas impresas» y mi sorpresa fue mayúscula, porque aquel hombre hablaba de algo real, aunque con un poco de aporte personal.
La Diaethria clymena o Mariposa 88 es una especie de lepidóptero perteneciente a la familia Nymphalidae y a la subfamilia de las Biblidinae. Tienen un vuelo rápido y errático, que les ha valido en inglés el nombre de skippers (saltarines). En ella se puede ver el número 88 y en otras el 89 en el diseño de sus alas lo que se considera de buena suerte para quien las descubre.
Se encuentra en zonas de México, Perú, Argentina, Brasil y Guatemala. Según la versión de Juan, también en los Yungas de Bolivia, claro que con una «adaptación» de la especie original. ¿Se imaginan una mariposa con el 2020 en sus alas?
Fotografías ©Nelson González Arancibia
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