¿Cuántos lugares del mundo nos quedan por conocer?, sin duda demasiados como para no comenzar hoy mismo. La vida es corta y lo mejor es disfrutarla cada día. Si es posible viajando, mucho mejor.
Taxista modelo

La Habana, Cuba / En el Barrio Chino de La Habana, donde en realidad sólo vi cubanos en la calle, pude encontrar particulares imágenes de la vida diaria. En ese lugar no es difícil hacer una foto, es mas, los propios taxistas se ofrecen como modelos. Me sucedió con este hombre que lució orgulloso su camiseta junto a su auto clásico. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Salto Kawi, Venezuela

Parque Nacional Canaima, Venezuela / El Salto Kawi está situado en el kilómetro 198 de la carretera que une El Dorado con Santa Elena de Uairén, en la zona oriental del Parque Nacional Canaima, en Venezuela.
Compuesto por una inmensa laja de jaspe que abarca tres saltos de agua vecinos, muy cercanos a la zona de acampar. Un angosto y abrupto camino de tierra y piedras lleva al salto principal, de unos 9 metros de alto que cae en un lago de profundidad media de 8 a 10 metros donde es posible tomar baños. El salto es de tipo escalonado y la temperatura promedio es de 10 a 12 grados. Caminando río arriba, a unos 200 metros se encuentra otro salto de casi dos metros de altura. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Compadres y comadres

Puno, Perú / Todos sabemos que hoy en día no podemos reunirnos con otras personas, por más amigos o familiares que sean. No es una exageración, es una medida necesaria para evitar el contagio. A propósito de eso, recuerdo esta imagen de compadres y comadres compartiendo una Inca Kola frente a un mercado en Puno.
Me detuve frente a ellos sosteniendo la cámara y decidí no preguntar nada, para no modificar la escena que llamó mi atención. Ante mi presencia, continuaron conversando animadamente sin prestar mucha atención. El hombre de la derecha me mostró un vaso y me dijo “pruebe amigo”. Acepté la invitación y bebí encantado.
Ya con más confianza bromeamos sobre el letrero que tenían de fondo. –“Es verdad, estamos en el cielo”. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Carruseles de Moscú

Moscú, Rusia / Hermosos carruseles como este se pueden ver en el centro de Moscú. Cada atardecer comienzan a girar y sus luces hacen un poco menos frío el otoño de los niños rusos. Tienen dos pisos y son tan grandes que los adultos pueden acompañar a sus hijos sin problemas. Alguien me dijo que son propiedad del Estado, por eso te puedes pasar una hora dando vueltas y nadie te dirá nada, porque son gratis para todo el mundo, incluso para mi. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Del otro lado del mundo

Moscú, Rusia / Cuando en Sudamérica es verano, en Moscú el termómetro marca varios grados bajo cero. Es diciembre y los rusos saben convivir con el frío. Modelo Svetlana, Fotografía ©Nelson González Arancibia
Laberintos de Essaouira

Essaouira, Marruecos / Essaouira también posee una loca distribución de sus calles. De hecho es fácil perderse y pensar que te acercas a tu destino cuando en realidad te alejas. Apenas llegué quise caminar sin rumbo por algunas horas y el lugar me encantó.
Me pareció seguro, aunque nunca puedes afirmarlo con total determinación hasta no finalizar tu viaje, me di el gusto de caminar de noche por calles poco transitadas y todo fue tranquilo.
Si pudiera contarle a alguien qué hace diferente a este lugar le diría que el sonido de las gaviotas cerca de la playa y la cantidad de gatos que ves por todas partes pidiéndote acariciar su cabeza. Tal vez me perdí de muchas cosas interesantes pero es mi forma de conocer los lugares, sin guías que me digan dónde ir, orientado sólo de mi intuición que a veces me sorprende con rincones que no aparecen en ninguna guía de viajes. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Time Coffee

Moscú, Rusia / En Moscú al igual que en otras ciudades de Rusia abundan las cafeterías. En general los lugares que visité fueron todos muy acogedores, de esos donde sientes que podrías quedarte varias horas tranquilamente. No creo tener un paladar muy refinado y podría asegurar que al ir a una cafetería, la calidad del café es lo que menos me importa. Voy a las cafeterías a disfrutar de la compañía que tengo en frente, del ritual de conversar o de intentar conocerse un poco más. No me importa si el café es traído desde Brasil, Colombia o Tanzania, si es en grano o es molido, me interesa más el acto de mirarse a la cara sin importar lo que suceda en el resto del mundo. En Moscú conocí un concepto llamado «Time Café».
El local era una especie de departamento en el tercer piso de un edificio, sin letreros, sin nombre. Aquí te registras al llegar y te asignan un reloj a modo de referencia. Puedes disponer de cualquier lugar libremente, tomar todas las tazas de café que quieras y comer todos los bocadillos que puedas. Puedes venir aquí a estudiar, a leer un libro, a conocer a alguien o a sintonizar con otras personas transmitiendo en la misma frecuencia. Sentados en una mesa, en un sofá, en un rincón o en el piso, como en tu casa. Todo eso por un precio mínimo, demasiado bajo en realidad. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Los últimos rayos de sol

Desierto de Atacama / La última vez que visité el Salar de Atacama en el norte de Chile no pude ver mucho. El día estaba oscuro, el cielo gris y al final de la tarde comenzó a llover. No pude ver nada, ni sal, ni flamencos, ni el interminable paisaje blanco que se pierde en el horizonte. Pero cuando ya veníamos de regreso y sin aviso previo, el sol apareció por algunos minutos. Los colores estallaron y la sensación fue totalmente distinta. Pude ver la puesta de sol desde el espejo de la camioneta y mi visita al salar cobró sentido. Fotografía ©Nelson González Arancibia
De regreso a Oruro

Oruro, Bolivia / Siempre me han gustado las fiestas populares, con mucho color y movimiento. Hace 20 años fuí por primera vez al Carnaval de Oruro con una cámara análoga y un montón de rollos de película en mi mochila, convencido de que este lugar guardaba imágenes especiales que debía descubrir. Y fue justamente en ese viaje que decidí no apartarme nunca más de la fotografía y hacer de ella mi pasión. Larga vida al carnaval! Fotografía ©Nelson González Arancibia
Detrás de una foto

Maceió, Brasil / A este vendedor de dulces lo seguí por varias cuadras cerca de una playa en Maceió, Brasil. Creo que él sabía que quería fotografiarlo y se acercó lo más que pudo a la orilla, tal vez para evitar la foto. Pero lo que hizo en realidad fue ideal, ya que me permitió contrastarlo con el mar y el cielo. A veces la decisión de no hablar con alguien para tomarle una fotografía se vuelve un riesgo y eso es precisamente lo que se agradece del resultado final, que la imagen sea producto total del azar, del instinto y del lugar. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Mano del desierto

Antofagasta, Chile / La Mano del Desierto es obra del escultor chileno Mario Irarrázabal y se encuentra a 75 kilómetros al sur de Antofagasta a un costado de la Ruta 5. Está construida de hormigón, mide 11 metros de altura y fue terminada en marzo de 1992. Junto a la Portada son símbolos gráficos de la ciudad de Antofagasta, norte de Chile. Fotografía ©Nelson González Arancibia
Retratos Travelers Viajando