Visité el Salar de Uyuni por primera vez, y lo que encontré fue simplemente asombroso. Este viaje fue una experiencia visual y espiritual que me dejó sin aliento. Te invito a sumergirte en la serenidad y belleza de este mágico lugar a través de mi lente.
Fotografías: Nelson González Arancibia
Llegué por tierra a la frontera entre Chile y Bolivia, atravesando los pequeños pueblos de Colchane y Pisiga hasta llegar a uno de los destinos más impresionantes del planeta: el Salar de Uyuni. Ubicado en el corazón de los Andes, al sur de Bolivia, este vasto desierto salino se extiende sobre más de 10.500 km², convirtiéndose en el salar más grande del mundo.
Hace 40.000 años, el Salar de Uyuni era el hogar de antiguos lagos que, al evaporarse, dejaron atrás este extenso mar blanco. Hoy, este lugar se transforma mágicamente con las lluvias, cuando su superficie se cubre de una fina capa de agua, creando un espejo perfecto que refleja el cielo. Cuando el agua se evapora, regresa a su estado habitual, mostrando su característico patrón de hexágonos, formado por la sal que lo cubre.
Más allá de su belleza natural, el salar es una fuente invaluable de recursos. Bajo su superficie yace la salmuera, de donde se extrae el litio, un mineral esencial para la fabricación de baterías. Se estima que el Salar de Uyuni contiene alrededor del 50% de las reservas mundiales de litio, un recurso que será cada vez más demandado en los próximos años.
El pueblo de Uyuni, aunque pequeño y polvoriento, es el punto de partida ideal para explorar este desierto de sal. Con una altitud de 3.669 metros sobre el nivel del mar, la ciudad puede desafiar a los viajeros no acostumbrados a la altura, por lo que es esencial mantenerse hidratado y aclimatarse adecuadamente antes de comenzar la aventura.
Para los fotógrafos y amantes de la luz, el Salar de Uyuni ofrece un espectáculo único durante la «hora mágica», ese breve momento en que el sol se despide y la noche comienza a caer. La iluminación suave y difusa de este instante crea sombras casi imperceptibles y una atmósfera que parece sacada de un sueño. Es en estos momentos extremos del día cuando la paleta de colores del atardecer en el salar toca el alma y despierta la creatividad.
El Salar de Uyuni es un lugar que trasciende lo terrenal; es como estar en el cielo, caminar sobre las nubes o sobre el agua. Cada paso en este vasto paisaje es un recordatorio de la grandeza y la belleza del mundo en el que vivimos.
Quiero agradecer a la agencia de turismo White Sky de Uyuni, Bolivia, por su apoyo durante este viaje. Si deseas explorar estos paisajes en tours regulares o privados, puedes contactarlos a través de su teléfono o WhatsApp al +591 73893697.
También te invito a seguir a los músicos del salar que participaron en este video. Sus cuentas de Instagram son @soul_lion__ (Luca) y @leopardaloca (Teresa), y en YouTube puedes encontrar a Luca en el canal @lcubano6646.
Puedes revivir esta experiencia en el video que te compartimos a continuación. Suscríbete a nuestro canal de Youtube donde encontrarás más videos de viaje.