La Isla de los Micos se encuentra a 35km de Leticia, en el Amazonas colombiano. Son 450 hectáreas pobladas de pequeños «monos ardilla» que reciben a los viajeros saltando de un lugar a otro, como si fueran viejos amigos que llegan de visita.
Fotografías: Nelson González Arancibia
Imagina visitar una escuela a la hora del recreo, sólo que en vez de encontrarte con niños corriendo detrás de una pelota lo harás con revoltosos monos en completa libertad. Eso sucede al visitar la isla de los micos o «Isla Arara», un lugar en medio del Amazonas que en los años 60 alcanzó una no despreciable población de 12.000 ejemplares de monos ardilla.
Este lugar es considerado santuario de flora y fauna, gracias a su paisaje selvático y biodiversidad, en la que sobresalen los monos. El viaje en lancha toma unos 45 minutos desde la triple frontera, lugar donde virtualmente se unen Colombia, Brasil y Perú.
Los guías locales cuentan que la «isla de los micos» fue creada por un estadounidense que traficaba animales exóticos.
Monos ardilla
En esta isla se encuentran miles de monos ardilla, también conocidos como monos tití o monos fraile. El mono ardilla común es un primate neotropical perteneciente a la familia Cebidae. Posee una cola larga, con la porción terminal de color negro. En edad adulta, su cuerpo mide alrededor de 72cm de la cabeza a la cola y pesa un poco más de 1 kilo. Se caracteriza por poseer una máscara blanca en el rostro, donde resalta su hocico negro (o castaño oscuro). Esta máscara facial forma un arco “gótico” encima de los ojos, con forma de V blanca.
Estos monos son dóciles y amigables con los humanos. Sus hábitos son diurnos, al igual que todos los miembros de la familia Cebidae y principalmente arbóreos, sin embargo, es común verlos descender al suelo y recorrer distancias relativamente largas.
Forman grupos que, dependiendo del ambiente en que se encuentren, pueden tener desde 10 hasta 500 individuos, estando todos compuestos por machos y hembras, además de los jóvenes y los infantes. El mono ardilla no es muy territorial, evitando generalmente los conflictos cuando se encuentra con otros grupos. Utiliza frecuentemente las orillas de los bosques y fácilmente sobrevive en fragmentos aislados, producto de la deforestación. Al igual que la mayoría de los monos pequeños, es muy activo en los niveles bajo y medio del bosque.
¿De qué se alimenta el mono ardilla?
Los monos ardilla se alimentan de frutas, bayas, nueces, flores, brotes, semillas, hojas, gomas, insectos, arácnidos y pequeños vertebrados, sin embargo, su tracto digestivo, más bien corto, hace que esté más adaptado a aprovechar los insectos que las plantas.
La principal amenaza a la especie es la degradación del hábitat, debido a su alto requerimiento de espacio. Aunque no se les suele cazar, en Colombia y Ecuador se les atrapa para venderlos en el mercado de mascotas.
Fotografiando monos ardilla
Para lograr buenas fotografías de estos traviesos monitos, es preferible un pequeño teleobjetivo, ojalá sobre los 100mm. Esto te permitirá disparar a cierta distancia, porque los diminutos micos van de un lado a otro todo el tiempo y puede ser complicado dar con el enfoque ante tanto movimiento.
Puedes apoyar tu experiencia fotográfica en la isla con una cámara deportiva como la Gopro o la Action cam de Sony, ambas con un gran angular que te permite acercarte a muy corta distancia y captar expresiones increíbles. También podrás hacerte una imperdible selfie con los pequeños monos sobre tu cabeza, algo que a los turistas les encanta.
Está permitido alimentar con bananas a los micos y dar paseos por zonas habilitadas.
El tour hasta la isla de los micos también incluye la visita a la reserva natural Flor de Loto para conocer la Victoria Regia la planta acuática más grande del mundo, la comunidad indígena ticuna de Macedonia y Puerto Nariño, la segunda ciudad más importante de la región amazónica colombiana. La jornada se puede extender aproximadamente 9 horas ida y vuelta desde Leticia por un valor que varía entre los 50 y los 65 dólares según la agencia.
Precauciones antes del viaje al Amazonas
– Te recomiendo por lo menos 30 días antes del viaje te vacunes contra la fiebre amarilla. La información turística señala que antes de tomar el avión hasta Leticia te pedirán el carnet de salud con el timbre que certifica que tienes tus vacunas al día. Aunque a mi nadie me pidió nada, no está de más considerarlo. Si ya te vacunaste contra la fiebre amarilla puedes estar tranquilo(a). La OMS señala que el refuerzo vacunal contra la fiebre amarilla administrado diez años después de la vacunación inicial no es necesario, ya que un estudio determinó que una dosis única de la vacuna es suficiente para inmunizar de por vida a una persona. Para aumentar tu seguridad, también te recomiendo tomar precauciones contra el dengue, la malaria y el tétano.
– Lleva repelente y analgésicos para calmar el dolor de cabeza o malestares en caso de picadura de insectos, que de seguro tendrás en abundancia.
– Cuando te internes en la selva, utiliza ropa de manga larga y evita el negro para no atraer mosquitos. Usa zapatos cómodos para largas caminatas.
– Ante las altas temperaturas y humedad se recomienda mantenerse siempre hidratado. No te confíes, consume siempre agua embotellada.