Una buena forma de sentir que estoy siempre «allá afuera» es revisando mi vida de viaje. Al mirar las fotos vuelven a aparecer las emociones que lo inspiraron. Buscando en mis archivos rescaté algunas imágenes de diferentes viajes: esperando un bus en la calle en el País Vasco, haciendo nuevos amigos en París, durmiendo en un coche dormitorio en un tren ruso o retratando a un amable barbero en Fez. Afortunadamente siempre tengo una cámara cerca que me permite registrar el momento y recordar aquella experiencia.
Relatos y fotografías: Nelson González Arancibia
Viajando solo
Maceió, Pernambuco, Brasil / Cuando te decides a viajar solo te enfrentas a muchos momentos de soledad absoluta, más allá de la hospitalidad, los amigos entrañables o la gente que te tiende la mano en el camino. Armar y desarmar la mochila se vuelve tan rutinario como abrocharse los zapatos. Preparar el equipo fotográfico y concentrarse en lo verdaderamente importante de tu viaje se vuelve un rito sagrado.
A veces los fotógrafos tenemos conductas de «bicho raro» que pueden no ser comprendidas fácilmente. Así, no será extraño que nos vean tirados en el suelo boca abajo con nuestra cámara esperando conseguir el mejor ángulo para una foto o que nos quedemos durante horas sentados junto al trípode capturando un atardecer.
En mi caso, cada vez que camino por las calles de una ciudad con mi mochila fotográfica siento la sensación más cercana a lo que podría definir como «libertad», que no es otra cosa que destinar uno de los bienes más preciados de la vida como lo es «el tiempo» para hacer lo que realmente me gusta.
Es en ese momento, independiente de la calidad de imágenes que pueda rescatar e independiente del lugar en el que me encuentre, cuando me logro conectar con todo lo que siempre he querido ser. Pero creo que lo que mejor define a un fotógrafo que viaja solo, es el acto voluntario de aceptar perderse momentos masivos que todo el mundo a nuestro alrededor disfruta a cambio de la posibilidad de registrar lo inesperado e irrepetible.
Las fotografías que se consiguen en viajes en solitario son mucho más preciadas que aquellas hechas cerca de tu zona de confort. Por más que lo expliques, nadie sabrá nunca cuánto esperaste ni cuánta pasión pusiste para lograr aquella imagen. Los detalles de esos momentos te los guardas, es tu tesoro y lo será por siempre.
Cuestión de percepción
Caldera, Región de Atacama, Chile / Muchas veces he hablado sobre mis motivaciones a la hora de visitar un lugar y coincido que la mayoría está relacionada con las personas que puedo encontrar durante ese tiempo. Siempre es un misterio, un momento que viene acompañado de la incertidumbre y que hace del viaje algo tan emocionante. Sin embargo, hoy es el momento de darle un espacio a la naturaleza, de volver a mirar lo que tenemos cerca y aprender a disfrutarlo porque será quizás el lugar donde nos sintamos más seguros por un largo tiempo.
Hace unos días me encontré con esta fotografía de la costa, cerca de Caldera, Chile. Una playa extensa y hermosa, donde la fuerza del viento a ratos no me permitía sostener la cámara. Pasé más de un mes viajando entre la costa, el valle y la cordillera. Aquel viaje cambió por completo mi percepción sobre este lugar. La mayor parte del tiempo estuve en contacto con la naturaleza, muchas veces en absoluta soledad. Escuché el canto de las aves, el rugido del mar y la soledad del desierto, regalos invaluables para quien los sabe apreciar.
A través de mis ojos
La Paz, Bolivia / Cuando estoy viajando y fotografío personas en la calle, en realidad no los estoy fotografiando a ellos. Me estoy fotografiando a mi a través de ellos. Estoy mostrando todo aquello que me resulta interesante, lo que me agrada y quiero conservar. Muchas veces fotografío para recordar algo de aquel momento, lo que estaba haciendo, lo que sentía o qué tan lejos había llegado.
Cuando todos aquellos sentimientos logran ir más allá de la imagen y pueden crear un significado en otras personas que no vivieron mi experiencia, aparece la magia de la comunicación. Sin palabras podemos dialogar sobre lo que yo siento y sobre lo que otros ven a través de mis ojos.
¿Quieres jugar?
Maceió, Brasil / Mi experiencia dice «si quieres conservar un recuerdo de un lugar, debes hacer una foto con tu propia cámara». Esta foto es de un partido matinal de fútbol playa en Maceió, Nordeste de Brasil con los mejores amigos del mundo, los que se hacen alrededor de una pelota. La técnica es muy simple: te paras cerca del grupo que está jugando en la playa (generalmente detrás del arco) y miras atentamente la acción. En cualquier momento escucharás el sonido de un ¿quieres jugar? y ya!
Detalles rústicos
Coroico, Los Yungas, Bolivia / Otra de las cosas que más me gusta fotografiar, aparte de las personas, es la gráfica que habla de los lugares. Tal vez se deba a mi formación como diseñador gráfico, porque no puedo pasar por alto los letreros, los nombres de las calles o los números que aparecen espontáneos en el camino. Cuando esas imágenes van acompañadas de textura y tanta información visual me parecen perfectas, me enfrento a ellas como una fotografía que quiero conservar.
Esta es la fachada de la panadería San Luis, en Coroico, Bolivia. Aunque atiende de lunes a domingo, en ese momento estaba cerrada.
Sambódromo Marqués de Sapucaí
Río de Janeiro, Brasil / El Carnaval de Río se ve increíble por televisión, pero se ve aún mejor desde el backstage porque puedes ver a los carros y sus diseños tan cerca que parecen sacados de un libro de cuentos. Los bailarines y las garotas se dan cuenta que los quieres fotografiar y posan para ti, de hecho algunas se quedan mirando y finalmente te sonríen lo que en esta profesión equivale a conseguir un beso de la más linda de la fiesta.
Dejando Berlín
Berlín, Alemania / A Daniel lo conocí en Bratislava haciendo Couchsurfing, en la casa de aquella chica que me preguntó ¿tienes problemas en compartir la cama?. Si no conocen esa historia pueden buscarla entre mis archivos. El tema es que la vida da muchas vueltas y me volví a encontrar con Daniel cuando regresé a Berlín. Le pedí hospedaje por una noche y aunque su departamento no quedaba muy central, de todas maneras fue de gran ayuda.
Esta foto corresponde a la mañana siguiente, cuando salía rumbo al aeropuerto por mi vuelo a Rusia. Tuve que tomar un bus para llegar al centro y encontrar otro que salía directo al aeropuerto Tegel. Eran cerca de las 07:00am y ya estaba en la ruta otra vez.
Galletas de viaje
Antofagasta, Chile / Una seguidora de mi blog me dijo “te tengo un regalo”, enviándome una foto con diseños de viajes, pero nunca imaginé que fuera real. Pensé que era una aplicación donde se ponían textos para personalizar las imágenes, pero para mi sorpresa eran galletas, reales y muy ricas!!!.
No pude probarlas sin antes hacerles una foto porque me pareció un trabajo tan lindo y realmente encantador. Los detalles están por todas partes: la cámara Nikon, la maleta, el mundo, el pasaporte. Sin duda una hermosa sorpresa, como muchas que he tenido compartiendo mi trabajo con todos ustedes. Muchas gracias CookieLove por tus galletas, también van a dar la vuelta al mundo!!
Luna Nueva
Desierto de Atacama, Chile / Luna nueva, también denominada «novilunio» o «interlunio», es una fase lunar que sucede cuando la Luna se encuentra situada exactamente entre la Tierra y el Sol, de manera que su hemisferio iluminado no puede ser visto desde nuestro planeta. Esta foto la hicimos con algunos amigos de viaje en la transparencia de los cielos del desierto de Atacama en medio de una noche de Luna Nueva.
Viajar otra vez
Sillustani, Puno, Perú / Una de las postales que me dejó el 2019, viajando nuevamente después de 7 meses de mi fractura. Nada es eterno, ni los buenos ni los malos momentos, todo pasa en algún momento y hay que saber disfrutarlo cuando lo tenemos en frente. Esta selfie me la hice en Sillustani a 33 km de Puno, Perú.
Fotografiando Olinda
Olinda, Pernambuco, Brasil / Es la segunda jornada haciendo fotos en el Carnaval de Olinda en el nordeste de Brasil y me siento un rato en la sombra a orillas del Atlántico. Son casi las 2 de la tarde y es necesario aprovechar la luz haciendo fotos ya que en Brasil oscurece cerca de las 17:30. Estoy frente a la playa donde en pocas horas más una anciana llegará con comida y agua para la decena de gatos callejeros que vive entre las rocas del malecón.
Etiquetas de origen
Fez, Marruecos / En cualquier mercado siempre me reservo un tiempo para mirar productos, etiquetas, colores, saber su origen y obviamente disfrutar con sus diferencias. Fotografié estos lacteos en un pequeño mercado de Fez, Marruecos.
Cambio de itinerario
Desierto de Atacama, Chile / Ultimamente he leído las impresiones de viajeros lamentando ver estropeados sus planes de viajar. Me gustaría invitar a esas personas a pensar, que quizás aquellos planes solo han sido postergados por ahora, pero no suspendidos definitivamente.
La vida tiene estos períodos de tiempo en que las cosas se ajustan, se conectan y en algún momento retoman su curso. Hay que estar atentos, porque tal vez ahora aquellas cosas que tanto esperamos, cambien su forma, dirección o sentido. Hay que estar abiertos a recibir todo lo bueno que venga, aunque sea en pequeñas cantidades y estar siempre dispuestos a compartirlo con los demás, eso nos hará felices en algún momento, de alguna manera.
Palabras positivas
Isla del Sol, Bolivia / Independiente de que muchas cosas no siempre resultan como las espero, creo que no hay un solo día de mi vida en que, de alguna u otra forma, no me haya sentido feliz. Hace poco recibí un correo de una chica que conocí viajando. Me contaba de su vida al volver de su viaje, de sus sentimientos renovados luego de aquel período y de cómo la alegraba pensar en todos aquellos momentos vividos en la ruta. Al terminar su mensaje escribió «hasta pronto».
Independiente de no tener planes inmediatos de vernos, sus palabras me parecieron una gran forma de abrir puertas y ventanas virtuales, tanto para uno mismo como para los otros. Leer y escribir palabras positivas nos permiten pensar que las cosas de verdad son posibles, que aquello que sentimos lejano está más cerca de lo aparente por el solo hecho de quererlo. Aquel mensaje me recordó que a veces no soy todo lo positivo que podría. A veces las personas que conozco en el camino me dejan lecciones que agradezco, aclaran un poco mi mente y me permite ver más allá.
En la ruta
Hondarribia, País Vasco / Cuando viajas con una mochila no consideras aquel elemento sólo como el «contenedor» de tu ropa, por lo menos a mi me sucede así. La mochila se transforma en tu compañera, en una protagonista más de la aventura que define tu personalidad. Ahí está a tu lado, siempre noble esperando el siguiente destino que se acerca.
Simba Fly
Essaouira, Marruecos / Cambiar de ropa durante mis viajes no es algo que acostumbre hacer, de hecho aparezco con las mismas camisetas y polerones en viajes diferentes, en años diferentes. Aquí acompañado de un verdadero personaje de Essaouira, uno que todo el mundo conoce y si no lo conoce ha escuchado de él. Surfista de los buenos, Simba Fly a sus órdenes.
Stephanie y Saxon
París, Francia / Caminando una mañana por el centro de París me encontré con esta escena. Stephanie y Saxon disfrutando de un café antes del trabajo. Me acerqué luego de hacerles varias fotografías. Me gustó mucho lo espontánea de la situación ya que en algún momento notaron mi presencia pero no les importó. Les pregunté si eran amigos y ella me respondió -“Somos sólo amigos, pero él quiere algo más”. Tal vez después de que la foto de la vuelta al mundo Saxon tenga una nueva oportunidad.
Coche dormitorio
Moscú, Rusia / Cuando estás viajando las cosas se suceden con velocidad y a veces una selfie te sirve para recordar detalles. Aquí estoy en el camarote superior de un coche dormitorio en el ferrocarril ruso que conecta casi todo el país. Viajar de noche es mucho más conveniente porque puedes dormir el trayecto, ahorrar dinero por ser un viaje más económico y no debes pagar una hostal al llegar.
El movimiento del tren no es problema, después de un rato asumes el sonido de los rieles como parte de la experiencia y concilias el sueño rápidamente. Sólo debes tener cuidado con tu mochila ya que en un coche dormitorio sin puertas, cualquiera puede mirar más de la cuenta. A la mañana siguiente, la mayoría de las personas comienzan a vestirse y arreglar sus cosas, la próxima parada está cerca.
Sin compañeros de cuarto
Arequipa, Perú / Varias veces me tocó compartir cuartos de hostal con muchas personas, pero ahora no llegó nadie. Son 8 camas en dormitorio mixto y estoy solo. ¿Las ventajas?, no debo soportar aromas extraños de viajeros peleados con el jabón o el desodorante. Puedo apagar la luz a la hora que desee, si quiero leer o escribir un poco. Tampoco tengo problemas con el ruido en la noche, puedo ver una película sin audífonos y no molestar a nadie. Incluso puedo pasearme desnudo por el cuarto con tranquilidad que no pasa nada. Pero lo mejor de todo, es que tengo todo el papel higiénico del baño sólo para mi.
Listas de viaje
Saint Malo, Bretaña, Francia / A la hora de terminar una etapa y comenzar una nueva me gusta hacer listados y resúmenes de los momentos que más me inspiran y me mantienen motivado. Estas son las 10 cosas que más he disfrutado viajando:
1. Escribir
2. Sentir completa libertad de hacer lo que quiera
3. Dejar que el viaje me lleve espontáneamente hacia donde sea.
4. No saber dónde dormiré la noche siguiente
5. Elegir mi ruta en base a la intuición
6. Aprovechar el día
7. Ir donde todos me digan «ahí no hay nada para ver»
8. Sentirme mucho más creativo
9. Encontrar gente inspiradora
10. Conocer cómo viven otras personas en el mundo
Retratos Urbanos
Antofagasta, Chile / El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor es una fecha que me toca desde cerca porque, aparte de mi pasión por la fotografía y los viajes, también soy diseñador gráfico y me gano la vida diseñando libros.
Esta foto corresponde a mi primer libro de autor. Lo edité en enero de 1999. Tenía tantas ganas de ver mis fotos impresas en un libro que, aunque sin dinero, igual decidí autoeditarme. Eran tiempos de fotografías tomadas íntegramente con película, trabajadas en el laboratorio blanco y negro con mucha dedicación y paciencia.
Aún guardo algunos ejemplares de este libro hecho a pulso, algo que me representa completamente. “Retratos Urbanos, imágenes de la calle” guarda con cariño las historias y momentos de mis primeros años viajando.
Nuevo amigo en Marrakech
Marrakech, Marruecos / La tienda de Abdelmajide quedaba justo entre mi hostal y el centro de Marrakech. Cada día pasaba por ahí y saludaba con alguna palabra amable a lo que mi amigo marroquí respondía mostrando los dientes. Esta selfie corresponde al día que dejé la ciudad para seguir mi viaje. ¿Alguien piensa que el idioma es un obstáculo para hacer amigos?, pues yo no.